“La Mona Lisa y el Número Áureo”
Si
traducimos la proporción áurea en formas geométricas, observaremos que describe
mágicamente muchas de las pautas que vemos en la naturaleza. Los arquitectos la
utilizaban para crear edificios de excelente simetría.
Podemos ver como se expresa Fi en las pirámides de Egipto, el Partenón de Atenas y las catedrales góticas europeas; podemos percibir cómo los artistas y artesanos de todas las épocas la utilizan, y podemos verla como descripción perfecta de los principios del crecimiento y el dinamismo en la naturaleza.
Podemos ver como se expresa Fi en las pirámides de Egipto, el Partenón de Atenas y las catedrales góticas europeas; podemos percibir cómo los artistas y artesanos de todas las épocas la utilizan, y podemos verla como descripción perfecta de los principios del crecimiento y el dinamismo en la naturaleza.
"La Mona Lisa Leonardo Da Vinci" |
Se
trata de un número que posee muchas propiedades interesantes y que fue
descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como relación o proporción
entre partes de un cuerpo o entre cuerpos, que encontramos en la naturaleza en
la morfología de diversos elementos tales como caracolas, nervaduras de las
hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas, proporciones humanas, etc. La
sección áurea se usó mucho en el Renacimiento, particularmente en las artes
plásticas y la arquitectura. Se consideraba la proporción perfecta entre los
lados de un rectángulo. Los artistas del Renacimiento utilizaron la sección
áurea en múltiples ocasiones tanto en pintura, escultura como arquitectura para
lograr el equilibrio y la belleza. Leonardo la utilizó para definir todas las
proporciones fundamentales en su pintura La última cena, desde las dimensiones de la mesa,
hasta la disposición de Cristo y los discípulos sentados, así como las
proporciones de las paredes y ventanas al fondo. Leonardo Da Vinci dio por
primera vez el nombre de sectio áurea. Así pues Leonardo, en su cuadro de la
Gioconda utilizó rectángulos áureos para plasmar el rostro de Mona Lisa. Se
pueden localizar muchos detalles de su rostro, empezando porque el mismo rostro
se encuadra en un rectángulo áureo.
Leonardo es un gran apasionado de las matemáticas y como tal lo
demuestra en sus obras de arte. En el esquema se puede ver como el rostro de la
Gioconda se encuadra perfectamente en un rectángulo áureo.
Se puede apreciar que justo la división del rectángulo áureo
superior coincide con la raya de nacimiento del pelo, pasa por la mitad de la
nariz. Con sucesivas divisiones del rectángulo áureo se aprecia como los ojos
quedan perfectamente encuadrados.
Referencia: Malvilla, Natalia, “Da Vinci y el número Áureo”, Ed.
Castellana, España, 2008, 398 págs.
Escrito Por:
Carolina Ávila e Isa Salas
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